Ser y transcendencia

Ser y transcendencia

Los seres humanos vivimos en una realidad dual y cambiante. Nada es permanente en la realidad y todo está cambiando constantemente. Estos cambios producen la dinámica necesaria de la propia vida y el devenir existencial.

A veces todo nos va muy bien y las cosas que nos ocurren nos resultan agradables y las disfrutamos mucho. Otras veces ocurre todo lo contrario: aparecen dificultades, problemas y circunstancias que nos acarrean dolor, desazón e inseguridad.

Somos seres humanos

Como humanos, todos estos cambios y variables son inevitables pues esa es precisamente la característica de nuestra naturaleza humana. No es posible evitar que a veces podamos enfermar o enferme alguien querido, no estamos libres de que las cosas nos afecten y tampoco podemos hacer nada por evitar la misma muerte a pesar de que nos buscamos mil artimañas para huir de ello. Esta realidad es pues ineludible y, como decía Nietzsche, somos «humanos, demasiado humanos». Alguna vez alguien me ha preguntado que si no podemos evitar que nos ocurran estas cosas que tanto nos afectan…

Entonces, ¿no hay salida o solución alguna? La respuesta es sí, hay solución, siempre hay solución. Pero esta solución no puede venir de la propia realidad que es la raíz de todas estas influencias y afecciones.

Desde lo humano hacia el ser

Además de ser humanos también somos Ser, y aquí radica la posible solución. Sin olvidar atender y mejorar nuestra propia realidad humana; trabajando y mejorando nuestra vida en todos sus niveles y aspectos; sumergiéndonos en la realidad que nos rodea con generosidad y responsabilidad y con espíritu de servicio a la vida; sin ningún tipo de evasión o excusa para afrontar los hechos que nos acaecen; viviendo esta realidad ineludible y base de toda realización posterior, tenemos que trabajar, además, para la transcendencia, para tender puentes desde lo humano hacia el Ser, desde la realidad cambiante y efímera hacia la esencia permanente y eterna.

La transcendencia no está reñida con la inmanencia, al contrario, las dos deben unificarse e integrarse para que el proceso sea verídico y real y produzca la verdadera realización tangible.

"La transcendencia es una experiencia profunda de sí mismo y un descubrimiento de nuestra verdadera realidad interior."

Todo lo que vivimos, todas las experiencias que nos ocurren, tienen siempre en el fondo la pedagogía necesaria para que veamos las cosas de una manera más profunda, para que nuestra conciencia vaya desarrollándose y despertando en pos de una conciencia diferente a la ordinaria, una conciencia de lo que verdaderamente soy, de nuestra esencia vital, de nuestra naturaleza básica, de la Luz que subyace en nuestro interior.

Conciencia de ser

El Ser que hay en mí es el mismo Ser que hay en ti y en los demás, y esto me hace comprender que todos somos en esencia el mismo Ser y que no hay separación alguna. Llegamos a una conciencia sin fronteras que ya empieza a vislumbrarse.

Un único ser

 El Ser que hay en mí es el mismo Ser que hay en ti y en los demás, y esto me hace comprender que todos somos en esencia el mismo Ser y que no hay separación alguna. Llegamos a una conciencia sin fronteras que ya empieza a vislumbrarse.

» No hay despertar verdadero si no va acompañado por una entrega total a la vida y a los demás .»

Cuando alguien logra esa transcendencia y despierta su conciencia de Ser, no se encierra en sí mismo de una manera egocéntrica, sino que este estado adquirido lleva en sí mismo el despertar del Amor y la Libertad interior. Y se despierta un enorme deseo interior de ayudar a los demás para que también puedan transcender y alcanzar su verdadera liberación. No hay despertar verdadero si no va acompañado por esta entrega total a la vida y a los demás.

Es posible pues transcender nuestra conciencia y realidad ordinaria y acceder a otra conciencia o realidad no ordinarios. Es posible conectar con nuestro verdadero Ser y cuando esto se consiga realmente todo sufrimiento se irá superando y transformando, toda ignorancia se convertirá en verdadera sabiduría y toda oscuridad desaparecerá ante la deslumbrante presencia del Ser, de la Luz clara del interior.

¡Qué todos los seres puedan despertar y alcanzar verdadera sabiduría! ¡Qué todos podamos experimentar verdadera felicidad y plenitud!

OM SANTHI. Paz para todos.

 
Juan Ortiz.

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